Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2013

Queda el amor

Imagen
Queda el amor en el vacío, queda el vacío eterno del amor. Queda la luz, el abrazo, la comprensión, la cálida y silenciosa comprensión queda en el amor, en el vacío. Quedas tú, queda el amor, quedo yo, contigo, conmigo, en la unidad constante, en la sonrisa sin tiempo, en la mirada tranquila. Queda el amor, descansando, reposando, viviendo, vaciando y llenando de luz el silencio, la serena llama, la gozosa paz de nosotros. Unidad, unidad del amor que queda en el vacío, en la nada eterna, en el manto universal. Queda la luz, quedas tú, quedo yo, amantes sin nombre, gotas de silencio, océanos de eternidad. Aquí descanso, contigo, conmigo, en luz tranquila, en dulce reposo sin dos. Te escucho, te siento y guardo silencio. Habla la voz, la música celeste del corazón, el alegre niño inocente del amor.

Recipiente de amor

Imagen
Amo en el instante todo cuanto soy. Todo respira en el ser, todo es unidad, sin diferenciación alguna. Mi nombre es tu nombre, mi forma es tu forma... nombre sin nombre, forma sin forma... silencio de amor, transparente quietud en la inocencia del ser. Todo es amor ahora, amor entregado a la verdad de este momento eterno que milagrosamente, en danza de misterio, en sagrado regalo, está teniendo lugar, sucediendo en el presente. La conciencia contempla la conciencia. La luz ve la luz, el amor que soy ve el amor que es... No hay dos. Un solo corazón abriga el universo entero, y late en él la vida, en el cuerpo sagrado de la conciencia. Un vacío ilimitado que contiene y permite el ser, el universo. Un vacío abierto que es paz y silencio, y recipiente de amor; y vida eterna.

Amar es ser

Imagen
Otorgar amor es la naturaleza del ser, al igual que la llama ofrece su calor de forma espontánea, siguiendo el movimiento de su inteligencia original, de su razón y cualidad de ser.  Estrellas de luz y vida son los movimientos del amor, la fuerza de lo verdadero, el poder de lo real. El alma deslumbra por su claridad profunda cuanto más profunda es la noche, cuanto más nos adentramos en el misterio de nosotros mismos. Las puertas se abren, los canales se conectan, las dimensiones se expanden, en la inmensidad de lo viviente, en lo absoluto, en el amor universal que se eleva por infinitudes de amadas fragancias y esencias propias. El mundo es la esencia de uno, el rostro prójimo es el propio rostro, el sendero nunca transitado es el regreso a casa, la nube oscura anuncia un desvelamiento del sol, tras la soledad. Una lágrima conduce al latido sentido, un abrazo al sosiego y a la liberación, a la paz y a la hermandad universal. Somos uno en la oscuridad de la noche y en

ENTRADAS AL AZAR